Ascensores y otros elevadores
En la actualidad se utilizan a diario, y son vitales para las construcciones residenciales, industriales y comerciales que explotan el espacio vertical. Pero como es natural, estos no han existido desde siempre; como todo, tienen su propio principio, evolución y lugar en la historia de la humanidad. Fue Vitruvio, arquitecto romano, quien hizo una de las primeras menciones de este equipo.

Este hombre aseguraba que Arquímedes había sido el creador del primer ascensor, cerca del año 236 a.C. Posteriormente, por allá en el año 1000, se hicieron menciones de ellos en algunos libros, donde se emplearon como dispositivos estratégicos. En las Inglaterra y Francia del siglo XVII, ya se encontraban prototipos de estos equipos en los edificios.
¿Qué es un ascensor y cómo funciona?
Son transportes verticales con una historia bastante nutrida. Comenzaron siendo movidos manualmente por personas o animales; ahora son equipos de última tecnología, que son capaces de alcanzar excelentes velocidades. Estos mueven personas o material de carga entre los diferentes pisos o niveles de un edificio.
Actualmente mezclan piezas eléctricas, mecánicas y electrónicas que cooperan entre sí para que el equipo funcione. Según la forma en que se junten todo este grupo de elementos, se establece un tipo de funcionamiento. Los Elevadores son equipos que combinan complejidad y sencillez; por ello solo funcionan de manera electromecánica o hidráulica.
Partes de un ascensor
Los elevadores suelen variar un poco, en lo que a configuración se refiere, pero su funcionalidad general es la misma. Por ello hay un grupo de partes principales que, si bien varían según el modelo del equipo, se repiten como una constante operativa.

- El grupo tractor: es el que se encarga de mover la cabina. Lo conforman el motor o máquina, las poleas y las guayas.
- El control: este puede ser netamente eléctrico, lleno de puros relés y contactores; o electrónico, dirigido por placas madre que indican a los contactores como activarse. De cualquier forma, este es el que proporciona la energía eléctrica al grupo tractor, quien genera la fuerza mecánica.
- El limitador de velocidad: este funciona como un sistema de vigilancia, que se encarga de observar que el equipo no supere la velocidad nominal para la que ha sido configurado.
- Las guayas: son parte del grupo tractor, y unen a la cabina con el contrapeso a través de las poleas tractoras.
- La cabina: es donde viajan los pasajeros.
- El contrapeso: equilibra su peso con el de la cabina, de este modo ayuda al motor de tracción para que no recaiga todo el peso sobre él.
- El limitador de peso: evita el cierre de puertas y el posterior arranque del equipo, si se excede el peso en cabina para el que ha sido configurado el ascensor.
- El operador de puertas: trabaja con las aperturas y cierres de puerta a nivel de piso.
- El pozo: es el espacio por el que se desplazan la cabina y el contrapeso.
- El foso: espacio de seguridad establecido para proteger la cabina, en caso de que esta descienda fuera de control.
- Los amortiguadores: están ubicados en el foso, y son quienes disminuyen el golpe de la cabina, si esta cayera hasta abajo.
Cómo funciona un ascensor
Aquí hablamos del funcionamiento general, de lo más básico que debes saber cómo usuario para utilizar el equipo de manera correcta y segura. Para llamarlo solo pulsas el botón ubicado en la pared del pasillo. Cuando el equipo llega al piso y abre las puertas, desde adentro, se puede pulsar el botón que mantiene las puertas abiertas; así los usuarios salen y entran sin problemas.

Si no hay nadie dentro, existe un dispositivo llamado «Cortina Luminosa», que detecta el movimiento de personas a través del marco de la puerta; así las mantiene abiertas. Una vez adentro pulsas tu piso de destino, y luego a esperar.
Si ocurre alguna eventualidad, puedes usar el botón de alarma. También hay un botón para eliminar el tiempo de espera para cerrar puertas. Cuando llega la hora de salir, te protegerán los mismos dispositivos que lo hicieron al entrar.
Tipos de ascensores
La forma en que los elevadores llevan a cabo sus funciones determinan directamente su tipo. En el mundo de los ascensores se habla particularmente de equipos hidráulicos y electromecánicos. Por ello vamos a conocer las características particulares de cada uno.

- Eléctricos y mecánicos: estos mueven la cabina gracias a un motor eléctrico, que produce la energía para mover la polea, a la que está anclada la cabina por medio de las guayas de tracción. Maneja velocidades bajas y altas, por lo que funcionan perfectamente para edificios altos.
- Hidráulicos: una bomba, introducida en un compartimiento lleno de aceite, es la que genera el movimiento de la cabina. Esta inyecta el aceite a los cilindros que empujan la cabina hacia arriba. El motor no se enciende para que la cabina baje; la inercia de la misma empuja había abajo, mientras el aceite sale de manera controlada de los cilindros.
Por su modelo, uso y lugar de instalación también asumen nombres que les clasifican como convencionales o familiares. Los primeros se utilizan en edificios grandes y son de uso generalizado; los segundos se utilizan en lugares más pequeños, como residencias de tres pisos o similares.
Mantenimiento de ascensores
Estos medios de transporte cuentan bastantes elementos de seguridad, debido a que llevan personas y materiales a grandes alturas. Son equipos muy seguros, y cuentan con rigurosas rutinas de mantenimiento. Estas son las garantías para mantener la seguridad y el funcionamiento a su máxima expresión.

Las rutinas establecidas se dividen en mensuales, trimestrales, semestrales y anuales. Cada una de ellas hace énfasis en áreas particulares del equipo, siendo esencial saber que ninguna carece de importancia.
- Mensuales: estas acciones se realizan en cada visita de mantenimiento. Frenos, reguladores de velocidad, estado del control electrónico, paracaídas, operador de puertas, alarmas y otros dispositivos de seguridad son el foco de trabajo.
- Trimestrales: los dispositivos de seguridad nunca se dejan de observar, pero ahora se suman la lubricación y el chequeo del desgaste de los elementos que lo ameritan.
- Semestrales: la limpieza también es importante. Puertas, techo de cabina, salas de máquinas, etc… deben mantenerse en buen estado. Se revisan detalles más técnicos, como la llegada confortable a piso.
- Anuales: se chequean a fondo los elementos de tracción, como las guayas, y la maquinaria en sí misma. Rodamientos, agarraderas y contrapeso también deben exhibir un óptimo estado físico y operativo.