
Las personas observan a los ascensores como equipos peligrosos, claro está, eso es una sombra que ha recaído sobre ellos de manera equivocada; esto es gracias a películas e historias de todo tipo que, de alguna forma, utilizan los elevadores como un medio de peligro para infundir terror. Si hablamos de ellos de manera técnica, y adaptados a la realidad, las cosas cambian radicalmente.
Los ascensores son equipos repletos de normativas técnicas de fabricación, instalación y uso, que los dejan como medios de transportes muy seguros. Si de verdad quiere protegerse de medios de transporte potencialmente peligrosos, debe tener mayor precaución al viajar en motocicleta, coche, transporte público o aviones, que son los que encabezan la lista de peligrosidad.
Como ya hemos dicho, los ascensores son equipos con muchas normas a seguir. La intención es garantizar al máximo la seguridad de los usuarios. El régimen es tan estricto que, partiendo desde las normas, se puede suspender la instalación del elevador en una obra, si esta no se considera apta para realizar los trabajos.
Se cuidan la estructura y las condiciones del edificio, e incluso los detalles que deben ser corregidos antes de iniciar la instalación de los equipos. Quienes supervisan las obras deben estar atentos a todas las normativas, porque podrían ser sancionados legalmente si no se apegan a ellas.
¿Qué normativas de ascensores debes conocer?
Aunque los ascensores se instalan en muchos países del mundo, cada nación tiene su propio compendio de normas, que pueden coincidir o distar en algunos puntos. Por ejemplo, España tiene su propia normativa de instalación, sin embargo, existen las normativas europeas, que deben cumplirse a lo largo de toda Europa.
En tal caso, todas las naciones de dicho continente deben realizar la instalación de los elevadores cumpliendo las normativas internas, pero también las europeas. De este modo evitan ser sancionados, y se garantiza lo más importante, que es la seguridad de los trabajadores y de los usuarios.
Gracias a todo esto, los ascensores han terminado siendo equipos verdaderamente seguros. Tanto así, que ni siquiera se encuentran entre los primeros 10 medios de transporte más peligrosos del mundo. Sabiendo esto, pueden viajar tranquilamente en el ascensor del edificio donde residen o trabajan.
Incluso, en caso de una eventualidad, los ascensores están repletos de dispositivos de seguridad que desenergizan el equipo y, en un evento verdaderamente crítico, aferran la cabina a los rieles, por lo que esta no ira a ninguna parte. Naturalmente, las labores de mantenimiento aplicadas a todos los elementos de seguridad son de los más estrictas.
Normativa europea para ascensores

Con ellas se busca garantizar la seguridad y la calidad de los equipos que serán utilizados constantemente por los usuarios. Y son una forma de estandarizar la normativa, independientemente de las que posea el país internamente. De este modo las personas pueden trasladarse de un país a otro, a sabiendas de que los equipos siguen las mismas reglas.
Una de las normativas europeas vigente para los ascensores es la 95-16 CE. Esta es una de las principales, y en ella se determinan las reglas fundamentales que deben respetar quienes se dedican a la fabricación de las partes que constituirán al ascensor. Los elementos de seguridad que deben ser incluidos están claramente especificados.
Los vendedores no escapan de las normas, y tienen el deber de conocerlas a cabalidad. Además, los equipos deben tener impresas las letras «CE», antes de ser puestos a la venta. Así se garantiza que el equipo cumple con las normas establecidas para su fabricación y mercantilización.
Por su parte, la normativa de máquinas 2006-42-CE, establece que las maquinas deben ser construidas respetando las leyes legislativas, que garanticen la seguridad de su uso y que los entornos cumplan con los lineamientos de higiene y salubridad. También se enfoca en garantizar que las máquinas sean construidas con los materiales de la mejor calidad posible.
Normativa española de elevadores
Las normativas nacionales son muy concretas, en cuanto a lo que se requiere para la correcta instalación y puesta en marcha de los elevadores. A continuación, hacemos mención de las más importantes en España.
- El «CTE», código técnico de edificación: aquí se establecen todas las condiciones técnicas que debe cumplir una edificación para que se les permita la instalación de un elevador. Las nuevas construcciones deben seguir todos estos lineamientos, así podrán llevar a cabo todas sus labores sin problemas.
El edificio no es lo único importante, también se cuidan todas las dimensiones del elevador. Como toda norma, persigue establecer de manera eficiente un orden estricto que permita alcanzar la mayor seguridad posible.
- Propiedad horizontal 49-1960: esta se enfoca en las comunidades de vecinos. En ella se establecen todos los parámetros que deben cumplir las personas, e incluso el aporte monetario que deben hacer cada uno de ellos para la instalación del ascensor, que terminará por beneficiarlos a todos.
- Decreto real 233-2013: se establece que cualquier región del país debe ser optimizada para realizar la instalación de un elevador y que, de ser necesario, los poblados sean subsidiados por el estado.
- UNE-EN 81-70: esta es la regla dorada para la fabricación e instalación de ascensores. Hace énfasis en las personas con discapacidad, estableciendo que los elevadores deben ser construidos de manera que estos puedan utilizarlos sin problemas. Una forma de generar inclusión y comodidad a este grupo tan importante de la sociedad.
- Decreto real 1314-1997: la norma 95-16 CE se extendió a los equipos ya instalados, para garantizar la seguridad de todos.
Normativa municipal de ascensores
Como su mismo nombre lo indica, estas son las normas que deben cumplirse para instalar un ascensor en determinado municipio. Vale destacar que cada uno cuenta con autonomía propia, por ello las reglas pueden variar un poco de un lugar a otro.
Pero, en esencia, estas constituyen los parámetros que deben cumplirse para realizar la construcción de una nueva edificación donde se instalarán elevadores públicos. Si es una instalación ya existente, que debe adaptarse a la inclusión de un elevador, también tiene su grupo de normas a seguir.